Por ANDRÉS TAPIA
Alguna vez escuché de un amigo periodista con el que coincidí en una revista de música hace ya algunos años, una historia difícil de probar pero no lejana a la realidad. Si mal no recuerdo, surgió a partir de un debate que sostuvimos en torno a la película Santana, American Me?, protagonizada por Edward James Olmos.
Con los modos de una leyenda urbana, mi amigo aseguraba que los migrantes mexicanos que cruzaban la frontera de los Estados Unidos, enfrentaban algo similar a lo que ocurre en un videojuego. Es decir, eran sometidos (y autosometidos) a una serie de pruebas cuyos riesgos iban en aumento conforme avanzaban en su odisea.