A Diego Armando Maradona le tomó 26 años ganar la Copa del Mundo; a Messi, casi diez más. Al día de hoy, empero, los excesos, irregularidades, delitos y trampas cometidos por Maradona, de todos los cuales existe evidencia y registro, no han servido para condenarlo y enviarlo al calabozo de la historia. Messi, en cambio, ya ha sido tachado de corrupto y de ladrón

Por ANDRÉS TAPIA

Por ANDRÉS TAPIA // Foto: REUTERS/Gustau

A Roberto Castañeda, Pablo Quintana, Óscar Olvera y Aníbal Santiago: los únicos blaugranas que valen la pena

–Señor –dijo aquel chico a mi padre–, su hijo da patadas.

Aunque me alejaba –corriendo, gritando, con los brazos abiertos, mirando al cielo y festejando un gol– alcancé a escucharlo.