El amor-odio es acaso el más excelso y extraordinario de los sentimientos que existen: amas y odias a la misma persona con la misma intensidad, como si tal cosa fuese posible
Por ANDRÉS TAPIA
El amor-odio es acaso el más excelso y extraordinario de los sentimientos que existen: amas y odias a la misma persona con la misma intensidad, como si tal cosa fuese posible
Por ANDRÉS TAPIA
Por ANDRÉS TAPIA
Cuando Michael Corleone –el más reluctante de la segunda generación de los Corleone a participar en los negocios de la familia– se entera de que su padre fue víctima de un atentado en el que recibió cinco balazos, pide a sus hermanos y a los caporegime ser quien asesine a Virgil Sollozzo y al corrupto capitán de la policía Mark McCluskey –autor intelectual y cómplice del atentado, respectivamente–, El Padrino, la novela creada por Mario Puzzo, halla su plot point.
Por supuesto, se trata de una obra literaria de ficción. Pero en la vida de cada persona, en mayor o menor medida, hay un plot point que marca el destino de su protagonista.