Por ANDRÉS TAPIA // Fotografía: EFE

A mis hermanos, el de sangre y el de vida: Pablo y Roberto

Durante la segunda mitad de septiembre y los primeros días de octubre del año 1991, un chico que recién había cumplido seis años aprendió de primera mano cómo funcionaba el fuego de artillería. El Ejército Popular de Yugoslavia (JNA, por sus siglas en serbo-croata), apoyado por una facción de serbios-croatas llamada SAO Krajina, se enfrentó a la Guardia Nacional Croata (ZNG por sus siglas en croata), la cual recibió apoyo de la policía local, en el contexto de lo que se denominaría la Guerra Croata de Independencia.

El chico vivía en la ciudad de Zadar, una pequeña villa situada en el Mar Adriático, que en ese momento era un objetivo importante del JNA que buscaba levantar el cerco que habían establecido las informales fuerzas militares de Croacia (formadas mayormente por la policía y un grupo de voluntarios) sobre los cuarteles federales de la República Popular Socialista de Yugoslavia, los cuales albergaban una gran cantidad de equipo militar pesado que los croatas necesitaban con desesperación para pelear por su independencia.

Por ANDRÉS TAPIA // Fotografía: YONHAP / EFE

Son Heung-Min ha anotado tres goles en dos copas del Mundo: la de Brasil 2014, en la que marcó un tanto en la derrota de Corea del Sur frente a Argelia por 4-2, y en la actual, que se celebra en Rusia, y en la que perforó en los minutos finales las porterías de las selecciones de México y Alemania.

Son, que juega profesionalmente en el Tottenham Hotspur de la Premier League, es también integrante de un seleccionado que no figura en los anales de la élite del fútbol global y cuyo mejor resultado fue un tramposo y condescendiente cuarto lugar en el Mundial que se celebró alternativamente en Japón y Corea del Sur el año 2002.