Por ANDRÉS TAPIA

Escribo a la luz agonizante de la última vela de mi árbol de Navidad.

Hace poco menos de tres horas, 29 bujías iluminaban la sala de mi casa. En este momento, sólo una permanece encendida.

No creo en Dios ni en los ángeles. No creo en Los Beatles o en Elvis. Tampoco en Barack Obama o en Angela Merkel. Mucho menos en Miguel Herrera, en Lionel Messi o en la Selección Nacional. En realidad no creo en nada, pero por alguna extraña razón suelo aferrarme a los clavos más ardientes. Incluso, lo confieso, a una vela encendida.

Por ANDRÉS TAPIA

Los héroes surgen en la infancia, tiempo en el que justa y precisamente es necesario encontrar un modelo a seguir o imitar. Eso no descarta la posibilidad de que existan héroes tardíos, pero estos casos suelen ser pocos y extraños.

Por ANDRÉS TAPIA

Hace algunos meses Alejandro perdió su negocio. Perdió también mucho dinero. Y 45 kilos. Tenía una pequeña empresa dedicada a la publicidad de la cual tuvo que deshacerse para, entre otras cosas, mover las estrellas.