Por ANDRÉS TAPIA / Fotografía: U.S. HOUSE GOVERNMENT

Deep Throat: Mulder, ¿por qué aquellos que, al igual que usted, creen en la existencia de vida extraterrestre en la Tierra no han sido disuadidos por toda la evidencia que sugiere lo contrario?

Mulder: Porque toda la evidencia que sugiere lo contrario no es completamente disuasiva.

The X-Files (“Deep Throat”, Temporada 1, Ep. 2)

El lunes 17 de mayo de 2021, el expresidente Barack Obama realizó una aparición de manera remota en el programa Late Late Show de James Corden. Su presencia virtual obedeció al lanzamiento de su libro A Promised Land. Tras abordar los temas de rigor, el presentador británico preguntó al comediante y músico Reggie Watts si tenía algún comentario para Obama, a lo que Watts respondió preguntando si tenía alguna teoría o información acerca de lo que hoy se conoce como Unidentified Aerial Phenomena (UAP), otrora llamado OVNI.

“Cuando se trata de extraterrestres hay cosas que simplemente no puedo decirte al aire”, dijo Obama. Y agregó: “La verdad es que cuando llegué a la Casa Blanca, pregunté: ‘¿Hay algún laboratorio en algún lugar donde guardemos los especímenes alienígenas y las naves espaciales?’ Bueno, investigaron un poco y la respuesta fue no. Pero lo cierto, y esto lo digo muy en serio, es que hay imágenes y registros de objetos en el cielo que no sabemos exactamente qué son. No podemos explicar cómo se mueven, su trayectoria… no tienen un patrón fácilmente explicable. Y sé que hay gente que al día de hoy se toma en serio (la tarea de) intentar investigar y averiguar qué son”.

La primera parte de la respuesta de Obama provocó carcajadas entre Watts y el resto de los presentes en el estudio. La segunda ya no generó risas ni tampoco réplica alguna, pues el propio expresidente se encargó de desviar la atención al sugerir y bromear que el comediante podría ser un extraterrestre.

Lo dicho por Obama tuvo alguna repercursión en los medios de comunicación los días subsecuentes, pero tal y como ocurre desde hace tiempo en la “Era de la Desinformación” (o Twitter o X), poco a poco se fue diluyendo al punto de la no trascendencia. Quizá no habría podido ser de otra manera: en aquel tiempo la pandemia aún continuaba cobrándose vidas y las problemas de la Tierra parecían mucho más urgentes que aquellos que podrían provenir de otro planeta.

La palabra de un expresidente debería tener un peso específico. En el caso de Obama, tendría que ser contundente dada la forma en que se condujo durante sus dos mandatos. Sin embargo, nadie parece haberlo tomado en serio cuando emitió dicha declaración.

Algo parecido ha pasado con las declaraciones que hicieron dos pilotos, Ryan Graves y David Fravor, uno de la Armada y otro de la Marina, y David Grusch, ex oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGIA), en la audiencia a la que convocó hace unos días la subcomisión de Seguridad Nacional, Frontera y Asuntos Exteriores del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.

Los primeros dos refirieron encuentros con los objetos a los que se refirió Obama. En específico, Graves aseguró: “Los avistamientos no son raros ni aislados. Son rutina. El estigma de los UAP es real y plantea un desafío poderoso a la seguridad nacional”.

Fravor, por su lado, refirió haber participado el año 2004 en unas maniobras de entrenamiento en San Diego, California, en las que contempló un objeto que no pudo identificar. “(…) se movía muy abruptamente sobre el agua, como una pelota de ping-pong. No soy un fanático de los ovnis, pero les diré que lo que vi durante un período de cinco minutos es algo que nunca, antes o después, he visto. Era de una tecnología increíble”.

La cereza la colocó Grusch, quien se convirtió en informante del Inspector General de la Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos, esto bajo una figura jurídica conocida como “Whistleblowing” mediante la que, a través de un canal legal, se revela información que un denunciante considera evidencia una irregularidad.

En el país por antonomasia de las teorías de la conspiración, la creación de una oficina que, al menos en teoría, sirva para denunciar irregularidades en la Comunidad de Inteligencia parecería un paso importante para garantizar que se pueda “decir algo” si se ha “visto algo”, pero también podría fungir como un filtro estratégico para contener información sensible que podría poner en riesgo la seguridad nacional.

Bajo juramento, so pena de incurrir en perjurio, Grusch declaró ante la Comisión que el gobierno de Estados Unidos posee materiales de origen no humano que fueron recuperados de sitios en los que ocurrieron accidentes que involucran UAP.

“En el desempeño de mis funciones oficiales, se me informó de un programa de ingeniería inversa y recuperación de restos de accidentes aéreos no identificados al que se me negó el acceso”, señaló Grusch, que en ningún momento declaró haber visto dichos restos, sino solamente haber sido informado de ellos a lo largo de cuatro años por cerca de 40 testigos.

Pero Grusch fue más allá. Como en un episodio de los X Files y emulando a Fox Mulder, ante el cuestionamiento de Nancy Mace, representante del primer distrito de Carolina del Sur, quien le preguntó que si, como aseguraba, había tenido lugar un accidente con una nave, se habrían recuperado los cuerpos de los pilotos, el ex oficial respondió: “Como dije públicamente en una entrevista con News Nation, una muestra biológica procede de ese incidente, sí”. Cuando la congresista le preguntó si se trataba de restos humanos o no humanos, Grusch fue categórico: “No humanos, y esa fue la evaluación de las personas con conocimiento directo del programa al que me he referido y que todavía forman parte del mismo”.

Excepto por sus dichos, Grusch no ha proporcionado evidencias que sustancien los mismos. No obstante, el solo hecho de haber ventilado este tema de manera pública y frente a una comisión del Congreso, ha hecho trascender al ámbito de la realidad a esa serie de ciencia ficción creada por Chris Carter, una de las más exitosas en la historia de la televisión, y nos ha hecho dudar en torno a si estamos solos en el Universo y a si existe vida más allá de la Tierra.

Al igual que ocurrió con Fox Mulder, sobre Grusch ya existe una campaña de descrédito y difamación, típica de las teorías conspirativas, lo cual en en este caso no hace sino ampliar el tamaño de la duda. En todo caso, de quien no se debería dudar es de Barack Obama, quien en un programa de televisión reconoció la existencia de “objetos en el cielo que no sabemos exactamente qué son…”

Lo lógico, o lo más simple, es suponer que se trata de tecnología desarrollada por Rusia o China, los enemigos naturales de Estados Unidos. Pero si es así es tecnología muy avanzada a la que esta nación no ha tenido acceso y consecuentemente el gobierno está muy preocupado por ello.

Lo otro, lo opuesto y más complicado, es creer en aquello que dice Mulder al comienzo de “Closure” (The X Files: Temporada 7, Ep. 11): “Quiero creer, con toda la fuerza de mi alma, en una verdad más allá de la nuestra, oculta y eclipsada a todos excepto a los ojos más sensibles. En la interminable procesión de las almas, en lo que no puede ni será destruido jamás. Quiero creer que no somos conscientes de la recompensa y la tristeza eternas de Dios. Que no podemos ver su verdad. Que lo que nace aún vive y no puede ser sepultado en la tierra fría, sino que sólo espera nacer de nuevo a instancias de Dios, ahí, donde en la antigua luz de las estrellas aún yacemos en reposo”.