Por ANDRÉS TAPIA
No será el sol el que te reproche
Ni el cielo celeste de Recoleta
El día de ayer cambié de planeta
La ciudad de la furia fue esta noche.
Por ANDRÉS TAPIA
No será el sol el que te reproche
Ni el cielo celeste de Recoleta
El día de ayer cambié de planeta
La ciudad de la furia fue esta noche.
Por ANDRÉS TAPIA // Fotografía JOHN COOLEY
Conduzco de regreso a casa.
Estela de Carlotto, la presidenta de la asociación de las Abuelas de la Plaza de Mayo, habla en la radio y recuerda –con su dulcísima voz de abuela– cómo fue que logró encontrar al hijo de su hija Laura Estela, secuestrada y desaparecida el año 1977 en Buenos Aires. Casi treinta y seis años de búsqueda para descubrir que un hombre llamado Ignacio Hurban, quien es director y profesor de la Escuela Municipal de Música Hermanos Rossi, es su nieto. Alejandro Franco, un viejo y adorable conocido mío, entrevista a la abuela De Carlotto para W Radio. Ellos están en la mítica Buenos Aires. Yo en la Ciudad de México con su tráfico infernal de siempre.
Por ANDRÉS TAPIA
En el sótano de una casona de la calle Juan de Garay, en Buenos Aires, posiblemente en el barrio de Belgrano, Jorge Luis Borges, a través de Carlos Argentino Daneri, su álter ego y a la vez un anagrama imperfecto de Dante Alighieri, descubrió El Aleph.