Por ANDRÉS TAPIA // Fotografía: COMIC BOOK RESOURCES

Existe un libro llamado Whoever Fight Monsters. My Twenty Years Tracking Serial Killers for the FBI. La mitad del título está inspirado en un aforismo de Friedrich Nietzsche extraído de Así hablaba Zaratustra: “Quien combate con monstruos debería evitar convertirse en uno en el proceso. Cuando miras fijamente el abismo, él también mira dentro de ti”. El autor del libro (en coautoría con Tom Shachtman) es Robert K. Ressler, un ex agente del FBI que trabajó cerca de 20 años en el buró analizando escenas de crímenes, elaborando perfiles psicológicos de asesinos seriales y, en menor medida, negociando la liberación de rehenes. A él se le atribuye haber acuñado la expresión “asesino serial”.

Por ANDRÉS TAPIA

Es una noche tranquila. Salgo del trabajo, camino por ahí, decido ir a un bar. Es un bar familiar, conocido, estuve ahí hace dos noches. Pero no quiero beber un trago, no es eso lo que me motiva, tan sólo quiero pasar al baño y orinar. Y también quiero encontrarme con Salvador y María Luisa, dos amigos entrañables. Sé que están ahí, quiero que estén ahí. Pero no están.

Nadie me franquea la entrada, no hay gente, quizá porque es lunes. El recuerdo de Salvador y María Luisa es una pintura gótica que sólo existe en mi mente, un recuerdo, quizá un deseo, pero no más. Me dirijo al baño y atravieso el salón donde debería estar la barra, el bartender, la música y el aire lleno de conversaciones. Pero no hay nada, el salón está vacío, como si la historia nunca hubiese tenido lugar ahí.