Por ANDRÉS TAPIA

El 2017 es un número primo. El 306º en la lista de los números que sólo son divisibles entre sí mismos y la unidad. Si a 2017 se le despeja de la siguiente manera: 2017+(2-0-1-7), el resultado es 2011, el anterior número primo en la escala de los números de esa clasificación. Pero si se retira el paréntesis y en contraposición se añaden sólo signos de adición (2017+2+0+1+7), el resultado es 2027: el 307º número primo, es decir, el siguiente en la lista de los números naturales mayores a 1 que sólo tienen dos divisores.

Si a 2017 se le resta el anterior número primo (2011), el resultado es 6. Si se suman los cuatro dígitos de 2017 (2+0+1+7) la suma ofrece 10. La suma de 6+10 es 16, es decir, el cuadrado perfecto de 4 entre los números primos 305 y 307, y la diferencia entre uno y otro. ¿No basta? Sumemos entonces 3+0+5+3+0+6+3+0+7. ¿Resultado?: 27. El 27 no es un número primo, como tampoco lo es 25, que representa la suma por dígito individual de 2+0+1+1+2+0+1+7+2+0+2+7. Sin embargo, si del mismo modo se adiciona 2+7+2+5, de nuevo tenemos 16.

Por ANDRÉS TAPIA

En el episodio titulado “Conduit”, que pertenece a la primera temporada de la serie de televisión The X-Files, los protagonistas de la serie, Dana Scully (Gillian Anderson) y Fox Mulder (David Duchovny), sostienen en una escena el siguiente diálogo:

Scully: No parece existir algo sustancial como para garantizar una investigación.

Mulder: ¡De acuerdo, Scully, no estamos de acuerdo! No es la primera vez y no será la última.

Scully: Si por lo menos tuviésemos una fuente legítima podríamos…

Mulder: Ésta es la esencia de la ciencia: haces una pregunta impertinente con tal de obtener una respuesta pertinente.

Por ANDRÉS TAPIA

Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Marzo 17, 2014.

19:00 horas.

Una agente federal de aproximadamente 1.65 metros de estatura, me detiene tras haber superado el semáforo del control de aduanas. En México se práctica una inspección aleatoria para detectar el ingreso de mercancías susceptibles de pago de impuestos al país. Dicha inspección es muy simple: un panel electrónico exhibe un botón de color rojo que los recién llegados, nacionales o extranjeros, deben oprimir luego de haber sometido a un scanner todo el equipaje que portan consigo. Si luego de oprimir el botón la pantalla se ilumina de color verde, el viajero obtiene un salvoconducto para evitar la inspección; si en cambio es rojo, deberá someter todo su equipaje al escrutinio de los “feds”.

Por ANDRÉS TAPIA

Existen recuerdos que no nos pertenecen y que no deberían formar parte de nuestro bagaje y mucho menos permanecer latentes en los recovecos de nuestra memoria. Tales recuerdos son como fotografías que no recordamos haber tomado, que poco o nada tienen que ver con nuestras vidas, pero que, como los restos de un naufragio, un día salen a la superficie.

Brianda Domecq es, para mí, uno de esos recuerdos.