Por ANDRÉS TAPIA

El 15 de diciembre de 1983, el cantautor argentino Charly García se presentó en la sala de conciertos Luna Park, de Buenos Aires, para presentar Clics Modernos, el segundo álbum solista de su carrera. Cinco días atrás, la Junta Militar que gobernó Argentina por espacio de siete años, entregó el poder a un gobierno constitucional. Una canción de ese disco, “Los dinosaurios”, hacía alusión a la brutal herencia de los militares: treinta mil personas desaparecidas.

Los amigos del barrio pueden desaparecer

Los cantores de radio pueden desaparecer

Los que están en los diarios pueden desaparecer

La persona que amas puede desaparecer

Los que están en el aire pueden desaparecer

Los que están en la calle pueden desaparecer

Los amigos del barrio pueden desaparecer

Pero los dinosaurios van a desaparecer

Por ANDRÉS TAPIA // Fotografía JOHN COOLEY

Conduzco de regreso a casa.

Estela de Carlotto, la presidenta de la asociación de las Abuelas de la Plaza de Mayo, habla en la radio y recuerda –con su dulcísima voz de abuela– cómo fue que logró encontrar al hijo de su hija Laura Estela, secuestrada y desaparecida el año 1977 en Buenos Aires. Casi treinta y seis años de búsqueda para descubrir que un hombre llamado Ignacio Hurban, quien es director y profesor de la Escuela Municipal de Música Hermanos Rossi, es su nieto. Alejandro Franco, un viejo y adorable conocido mío, entrevista a la abuela De Carlotto para W Radio. Ellos están en la mítica Buenos Aires. Yo en la Ciudad de México con su tráfico infernal de siempre.