Por ANDRÉS TAPIA

“La mañana del tercer día era fresca y serena. Una vez más, el solitario vigía de la noche fue reemplazado en el trinquete por una multitud de vigías diurnos que puntearon cada mástil, cada verga.

––¿La ven? ––gritó Ahab.

Pero la ballena aún era invisible.

––No tienen más que seguir su estela. Es infalible. Y eso es todo. ¡Eh, timonel, en rumbo! ¡Siempre el mismo! (…)”.

Moby Dick o La Ballena Blanca (La caza. Tercer día)

Por ANDRÉS TAPIA

Ésta no es mi historia. No participo en ella ni tampoco la escribí. Pero algo tiene que ver conmigo. Algo.

Una mañana azul de un día de marzo, en un orfanato feliz (si tal cosa puede existir), una niña llamada María conoce a un chico más o menos de su misma edad (o quizá de su misma edad) que padece una disfunción cerebral y motriz en todo el cuerpo. El chico no tiene nombre, aunque esto no es exacto: sí lo tiene, es sólo que no puede decirlo. Y, si pudiese, seguramente no lo recordaría.

Por ANDRÉS TAPIA // Fotografía: CUARTOSCURO

Al gobernador del estado mexicano de Veracruz le gustan las fotografías, las redes sociales y es un practicante denodado del culto a la personalidad.

Se llama Javier Duarte, nació el 19 de septiembre de 1973, posee una licenciatura en Derecho por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, una Maestría en Derecho, Economía y Políticas Públicas por el Instituto Universitario Ortega y Gasset (de la Fundación José Ortega y Gasset de Madrid, España), y también es maestro en Gestión Pública Aplicada en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), amén de contar con un doctorado en Economía e Instituciones por la Universidad Complutense de Madrid (todo ello de acuerdo a los datos que recoge la Wikipedia).

Por ANDRÉS TAPIA

El 8 de octubre del año 2010, los posts en Facebook de un colega periodista dejaron de aparecer de manera repentina. No nos conocíamos personalmente y nuestro trato se circunscribía tan sólo a la red social. Él me simpatizaba. Y supongo que yo a él.