Por ANDRÉS TAPIA

Su nombre, dos palabras, no arroja nada en el motor de búsqueda de Google. Es necesario agregar dos o tres más para que el algoritmo se repliegue sobre sí mismo y encuentre seis referencias directas y dos indirectas. Y no habrá más. Y no tendría porqué. Ocurrió hace 30 años y fue una suerte de pequeño milagro que sólo unos cuantos pudimos escuchar.

Llegó a mí en forma de una cinta de audio llamada casete, un formato de grabación de sonido creado en la década de 1960 y cuya extinción tuvo lugar en los primeros años del siglo actual. Fue el regalo de un amiga, Rosario Valeriano, quien el año de 1988 trabajaba en el departamento de prensa de la discográfica EMI Capitol México.

Por ANDRÉS TAPIA

La canción a la que más tiempo le ha tomado llegar a la cima de las listas de popularidad pertenece a David Bowie. Se escuchó por primera vez en la radio el 11 de julio de 1969, tan sólo unos días antes de que la misión Apollo 11 despegase de la Tierra (julio 16), para luego alunizar el 20 de julio a las 20:17:40 horas (UTC) en el Mar de la Tranquilidad de la Luna. Mientras la nave descendía en el único satélite de la Tierra, en la transmisión televisiva de la BBC la hicieron sonar como música de fondo. David Bowie, quien entonces tenía 22 años, miró y escuchó fascinado todo aquello sin creerlo del todo.