Por ANDRÉS TAPIA

Germán Loza era mi amigo. Murió hace casi 17 años. Esto no es del todo cierto. Germán no murió: lo asesinaron.

Nos conocimos por azar, por cercanía, por casualidad. Por todo eso junto.

Mi hermano Pablo y su hermano Alfredo acudían a la misma escuela secundaria. Ahí se conocieron y trabaron amistad. Pronto descubrieron que vivían a una sola calle de distancia. Y que yo y Germán estábamos inscritos en la misma escuela preparatoria.

Por ANDRÉS TAPIA

En el tercio final de la película The Shawshank Redemption (Frank Darabont, 1994), Andy Dufresne (Tim Robbins) pregunta a su amigo Red (Morgan Freeman) si cree que abandonará alguna vez la prisión de Shawshank en la que ambos están recluidos. Dufresne ha permanecido ahí 19 años por un doble asesinato que no cometió; Red, en cambio, es culpable de homicidio en primer grado y ha cumplido 39 años de una sentencia de cadena perpetua. Red, cuyo nombre completo es Ellis Boyd Redding, le responde que sí: “…un día, cuando tenga una larga barba blanca y dos o tres tornillos sueltos, me dejarán salir”.

Con una mueca que forcejea por convertirse en sonrisa, un visaje que se corresponde tras dos meses de estancia en solitario en “el hoyo”, Dufresne replica: “Te diré a donde iría yo… Zihuatanejo (…) está en México. Un lugar pequeño en el Océano Pacífico. ¿Sabes qué dicen los mexicanos del Pacífico?”.

Por ANDRÉS TAPIA // Foto: TWITTER: JAPANEMB_MEXICO

En los corredores de la muerte de Estados Unidos, cuando un sentenciado abandona su celda por última vez para dirigirse a la cámara de ejecución, el guardia que le franquea el paso anuncia su salida y trayecto con la siguiente frase: Dead man walking!, que literalmente significa “hombre muerto camina o caminando”.

Conocí dicha expresión y de su uso a partir de la película del mismo nombre protagonizada por Sean Penn y Susan Sarandon (Dead Man Walking, Tim Robbins; 1995), la cual es una adaptación del relato homónimo de no ficción, escrito por Helen Prejean, una monja que pertenece a la hermandad de Saint Joseph of Medaille, una de cuyas congregaciones está situada en New Orleans.

Por ANDRÉS TAPIA

El viernes 23 de agosto del año 2012, cerca de la medianoche, un hombre llamado Gerardo Ortiz descendió de su automóvil en medio de una pavorosa tormenta que caía en el sur de la Ciudad de México. Con su auto averiado por la inundación y el agua a la cintura, Ortiz quiso ponerse a salvo en la plataforma de una estación de autobuses. No lo consiguió: cayó en una alcantarilla que carecía de tapa y desapareció.

Por ANDRÉS TAPIA / Fotografía: J.P. SARTON

Mary es una mujer que hace 12 años le dijo a Mary que le regalaba a su hijo; el chico entonces tenía tres años.

Mary, la primera Mary, procedía del estado de Michoacán. Mary, la segunda Mary, del estado de Puebla; ambos sitios se localizan en México.

Mary y Mary eran amigas. O por lo menos dos conocidas que se encontraban cada mañana delante de la puerta de un colegio: ambas llevaban a sus hijos al mismo jardín de niños.