Por ANDRÉS TAPIA

No debería contar esta historia… pero de cualquier modo lo haré.

La Nochebuena del año 2014, Enrique Peña Nieto ordenó a todos los empleados de la Residencia Oficial de Los Pinos, en la Ciudad de México, que se marcharan a casa. Se quedaría con sus hijos (Paulina, Alejandro y Nicole) y con las hijas de su esposa Angélica Rivera (Sofía, Fernanda y Regina), a celebrar la cena de Navidad. Dos, tres, cuatro, acaso seis guardias presidenciales pero no más, y un número reducido de soldados del Ejército Mexicano que custodiaban el perímetro, se encargarían de la seguridad del presidente de México y su familia.

Por ANDRÉS TAPIA // Fotografía: STR/EPA

A Javier Martínez Staines, una voz crítica que hoy nos hace mucha falta

El pasado viernes 31 de julio, cinco personas fueron asesinadas en el barrio Narvarte de la Ciudad de México: cuatro mujeres y un hombre. Los detalles del asesinato han sido ventilados a cuentagotas por la policía si bien hay momentos en que se contradicen. Lo único que parece ser verdaderamente cierto (la tautología es válida), es que las cinco personas recibieron un tiro en la cabeza (el llamado tiro de gracia) si bien hay alguna versión que señala que en el caso del sujeto masculino, los disparos recibidos podrían haber sido dos o tres.

Por ANDRÉS TAPIA

Iniciaban los años 80 y las cosas no parecían ir bien. El 8 de diciembre del primer año de esa década, un eróstrata llamado Mark David Chapman asesinó a John Lennon en las afueras del Edificio Dakota, en el Upper West Side de la ciudad de Nueva York.

Yo tenía casi 13 años y mis padres estaban divorciándose. La muerte de John Lennon, consecuentemente, marcó el final de mi infancia y definió el inicio de mi adolescencia. Mi mundo –y el mundo– parecía irse al carajo.

Abatido por sus errores y por la separación de mi madre, mi padre se mudó de ciudad quizá para empezar de nuevo. Es por demás curioso –al menos para mí– que la canción que permeó los afanes del mundo ese invierno se llamase “(Just Like) Starting Over” (Como si empezáramos otra vez).

Por ANDRÉS TAPIA

Ana, Araceli, Eduardo, Elena, José Luis, Kike, Ligia, Malena, Marcelo, María Elena, Maricel… nos vemos pronto en Punta del Este. Y si no, entonces los espero en Berlín.

El final del invierno de 2001, el año en que el Mundo perdería la inocencia a raíz de los atentados del 9/11, viajé a Alemania para participar de una aventura promovida por la Internationale Journalisten-Programme (IJP), una organización civil independiente fundada en 1981 para promover el intercambio de periodistas entre Alemania y el resto del mundo.

Por ANDRÉS TAPIA

José Ramón: Las cosas buenas se hacen en silencio… espero me perdones que hoy tenga que gritarlas.

Juan Silvestre tiene 25 años, pero aparenta menos, quizá 18. Duerme seis horas diarias, a veces menos, pues tiene dos empleos: durante los días es el portero de un edificio de apartamentos de un barrio de moda en la Ciudad de México; por las noches, en cambio, se encarga de cuidar un conjunto de establecimientos comerciales.

Su nombre posee la estética propia de un personaje de una novela de Gabriel García Márquez o de un relato de Juan Rulfo. Y su imagen, la de todos los días, la que exhibe a los habitantes y transeuntes de la calle en la que trabaja, es una imagen de dignidad, respeto y decencia.

Por ANDRÉS TAPIA

A Jacobo Salleh, el único amigo con el que sería feliz en una juguetería

Hace algunos años me robé un libro de la Biblioteca Benjamín Franklin de la Ciudad de México, un libro que nunca devolví. Se trata de una edición de 1980 de El arpa de hierba, de Truman Capote, publicada por la editorial Arcos Vergara y que aún hoy –con las pastas casi desprendidas, las hojas amarillentas como la hepatitis más cruel y todavía el sello, el chip metálico y la ficha bibliográfica– me acompaña.

Por ANDRÉS TAPIA

Para Aníbal, él sabe porqué

Más de una vez me he planteado, en el más absoluto de los silencios, qué es lo que restaría de la humanidad –y cómo sería recordada– si, por ejemplo, el día de mañana un meteorito como el que extinguió a los dinosaurios cayera sobre la Tierra y acabase con toda la vida en el planeta.

Como no habría ningún ser vivo para atestiguarlo –y ofrezco disculpas por las visiones apocalíticas de mi imaginación–, me da por pensar que en algún momento una raza de alienígenas llegaría a la Tierra, no para conquistarla, sino tan sólo para averiguar quienes vivían en ella, cómo vivían, qué pensaban, qué querían.

Por ANDRÉS TAPIA

En una vieja canción que habla de una ciudad “invivible pero insustituible”, Joaquín Sabina asegura: “Los pájaros visitan al psiquiatra, las estrellas se olvidan de salir…” En la imaginación (y también en la realidad) del cantautor español, esa ciudad es Madrid, un lugar sorprendentemente (aunque no azarosamente) parecido a la Ciudad de México.

Por ANDRÉS TAPIA

En el episodio titulado “Conduit”, que pertenece a la primera temporada de la serie de televisión The X-Files, los protagonistas de la serie, Dana Scully (Gillian Anderson) y Fox Mulder (David Duchovny), sostienen en una escena el siguiente diálogo:

Scully: No parece existir algo sustancial como para garantizar una investigación.

Mulder: ¡De acuerdo, Scully, no estamos de acuerdo! No es la primera vez y no será la última.

Scully: Si por lo menos tuviésemos una fuente legítima podríamos…

Mulder: Ésta es la esencia de la ciencia: haces una pregunta impertinente con tal de obtener una respuesta pertinente.

Por ANDRÉS TAPIA

No soy gay. Pero hoy debo reconocer que un día –hace tiempo y de algún modo extraño– me enamoré de Daniel Craig. Ahora bien, cuando digo “de algún modo extraño” matizo mi declaración que en estos momentos debe tener a mi novia, a mi madre, a mi familia, a mis amigos y amigas con una taquicardia cercana a un ataque masivo al corazón: me enamoré de él a partir de su personificación de James Bond en Casino Royale.

Por ANDRÉS TAPIA

El viernes 23 de agosto del año 2012, cerca de la medianoche, un hombre llamado Gerardo Ortiz descendió de su automóvil en medio de una pavorosa tormenta que caía en el sur de la Ciudad de México. Con su auto averiado por la inundación y el agua a la cintura, Ortiz quiso ponerse a salvo en la plataforma de una estación de autobuses. No lo consiguió: cayó en una alcantarilla que carecía de tapa y desapareció.

Por ANDRÉS TAPIA

Una madrugada de otoño del año 2003, un alemán llamado Phillip Kuebart halló en un asiento de la línea 1 del U-Bahn de Berlín, un cuaderno de notas Moleskine de tapas afelpadas color gris. Pertenecía a un extranjero que la noche anterior se había emborrachado en un bar español del barrio de Neuköln y que, semiadormilado, dejó caer de una gabardina Hugo Boss de color caqui que había comprado casi tres años antes en París.

Por ANDRÉS TAPIA

Cursaba los estudios universitarios en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García cuando, una noche, el entonces director de la misma, Manuel Pérez Miranda, contó a la clase una historia extraña a propósito de no puedo recordar porqué. Era algún momento de la década de 1960 –quizá finales– y los técnicos, operadores y personal especializado del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México notaron que algunos de los aviones que aterrizaban por la noche, exhibían en el fuselaje notorios orificios ocasionados por balas. “¿Qué demonios está ocurriendo?”, se preguntaron.

Por ANDRÉS TAPIA

Una compañía de viajes (Sky Travel), una agencia de relaciones públicas (Porter Novelli) y un académico inglés caído en desgracia (Cliff Arnall), decidieron en el invierno de 2005 que el día más triste del año tendría que tener lugar en enero y ser lunes.

Por ANDRÉS TAPIA // Ilustración: PAUL POPE

Hace algunos años, una tarde del verano de 1995, justo una semana antes de que mi amigo Iván Rivera contrajese matrimonio, su padre, Héctor Rivera, en medio de una orgía de ron y coca-colas, nos relató una historia fascinante.

Por ANDRÉS TAPIA

No estoy seguro, y es muy posible que nunca lo esté, pero tengo la sospecha que fue mi abuela, y nadie más, quien inventó las galletas que se regalan en Navidad, y que en la actualidad se comercian tan extendida e impunemente, sin que exista, en algún lugar, una placa, reconocimiento o patente con su nombre: Alicia Rodríguez Jiménez.

Por ANDRÉS TAPIA

En los Estados Unidos, cuando un periodista consigue meter un pie y evitar que cierre la puerta del Salón Oval de la Casa Blanca, el vocero de la misma tiene que maniobrar para evitar algún tipo de daño público a la institución presidencial o al presidente mismo.

Por ANDRÉS TAPIA

La primavera del año 2001, atraído por los paisajes mostrados en un video de la cantante Björk, viajé a Islandia. “El secreto mejor guardado de Europa”, lema con el que Icelandair promovía al país, tenía entonces poco menos de 300,000 habitantes; a 13 años de distancia, su población raya en los 325,000.

Por ANDRÉS TAPIA

Conocí a Emma hace tiempo, no puedo recordar con precisión cuánto. Tendría… cuántos… ¿cuatro, cinco?… y desde entonces el cabello largo y un destello cósmico en los ojos que por alguna razón esquiva y sorprendente, cuando pienso en ella, me devuelve la imagen insólita de la Puerta de Tannhäuser.

Por ANDRÉS TAPIA

A la vuelta de la esquina, debajo de una marquesina que no ostenta luces de neón, duerme Rufino.

En este momento –la medianoche de una noche de principios de octubre– la temperatura en la Ciudad de México es de 16 grados centígrados. El servicio meteorológico augura que, dentro de las próximas ocho horas, descenderá a 13 grados.